Precalienta el horno a 375 °F. Unta con mantequilla un recipiente para hornear de 8 × 8 pulgadas.

Derrite 2 cucharadas de mantequilla en un sartén grande, a fuego medio. Agrega la cebolla, una pizca de sal, y cocina, removiendo ocasionalmente, hasta que se dore y caramelice (aproximadamente 40 minutos).

Cocina la pasta según las instrucciones del paquete, reduciendo por 1 minuto el tiempo de cocción. Escurre y aparta.

Derrite las 4 cucharadas de mantequilla restantes en un sartén grande, a fuego medio-alto. Agrega la harina, batiendo hasta que se mezcle, luego cocina por 1 minuto. Agrega la mitad de la leche, batiendo continuamente hasta que espese (aproximadamente 5 minutos), y luego repítelo con la otra mitad de la leche. Agrega el gruyere y el suizo y todo lo demás, excepto 2 cucharadas de parmesano, y revuelve la mezcla hasta que los quesos se derritan. Agrega el pimentón, la cayena, la nuez moscada, la mostaza, la pimienta negra y sal al gusto. Agrega la pasta y las cebollas.

Pasa la mezcla a la bandeja para hornear y cubre con el panko, agrega una pizca de sal, unas vueltas de pimienta y el parmesano que apartaste, y hornea hasta que la parte superior esté dorada (aproximadamente 25 minutos). Deja enfriar por 5 minutos y sirve con un vaso de leche de 8 onzas.

Nota: en caso de ser necesario, puedes omitir el paso del horneado. Simplemente cocina la pasta completamente antes de agregarla a la salsa de queso, luego sírvela inmediatamente cubierta con panko y parmesano.

Receta y fotos: Molly Yeh de My Name Is Yeh.