Cuando sus hijos quieran pizza para el desayuno, esta es una manera fácil de prepararla por la mañana. Simplemente cambie las coberturas (toppings) de la cena por queso crema y fruta, y tendrá una perfecta rebanada de pizza lista para servir en el desayuno.

Instrucciones

Precalentar el horno a 400 °F. Cubrir ligeramente 2 bandejas para hornear grandes con aceite en aerosol antiadherente. Desenrollar la masa de pizza sobre una superficie de trabajo y cortarla en 6 cuadrados. Colocar tres cuadrados en cada una de las bandejas para hornear y doblar los lados 1/4 de pulgada hacia arriba. Poner un poco de leche con una brocha de cocina sobre la superficie de cada corteza y espolvorear con un poco de azúcar. Hornear hasta que estén ligeramente dorados e hinchados, unos 10 minutos. Dejar enfriar completamente a temperatura ambiente antes de armar las pizzas. En un procesador de alimentos, batir el queso crema, el requesón, 1/4 de taza de azúcar en polvo, el jugo de limón y la vainilla hasta que quede suave. Dividir la mezcla de queso crema de manera uniforme entre las cortezas, luego extender para cubrir, dejando un margen de 1/2 pulgada alrededor de los bordes de la corteza. Colocar la fruta sobre la mezcla de queso crema y espolvorear con azúcar en polvo adicional antes de servir, si lo desea.

Nutrición

250 calorías; 4 g de grasa; 1.5 g de grasa saturada; 10 mg de colesterol; 7 g de proteína; 46 g de carbohidratos; 3 g de fibra; 530 mg de sodio; 60 mg de calcio. Cifras nutricionales basadas en el uso de leche descremada.