Es impresionante que una bebida de solo tres ingredientes sea tan poderosa en términos nutricionales. Comencemos con las As. Específicamente, Vitamina A: la leche contiene Vitamina A que mantiene tu piel y sistemas inmunes saludables, ayuda a tu visión y apoya todos tus otros tejidos a medida que crecen.

Cuando llega a la B, los beneficios de la leche son aún más impresionantes: La vitamina B2, o Riboflavina, que se encuentra en la leche ayuda a su cuerpo a descomponer carbohidratos, proteínas y grasas para producir energía, y permite que su cuerpo utilice oxígeno. La vitamina B3, o Niacina, en la leche ayuda con el funcionamiento normal de muchas de las enzimas en el cuerpo humano. También juega un rol en la creación y reparación del ADN, además de actuar como un antioxidante. La leche también contiene vitamina B12, la cual ayuda a crear glóbulos rojos y a mantener su sistema nervioso central.

Por último, pero no menos importante, algunos de los beneficios más conocidos de la leche: La vitamina D en la leche ayuda al cuerpo a utilizar minerales como el calcio y el fósforo. Los minerales en la leche–calcio, potasio y magnesio–ayudan a mantener los huesos fuertes, el funcionamiento muscular apropiado y el equilibrio de fluidos. Y cada vaso de 8 onzas de leche contiene 8 gramos de proteína, esencial para toda una serie de procesos biológicos, entre los que destacan el crecimiento y la reparación celular. ¿Qué tan importante es la proteína? Su nombre viene de la palabra griega proteos, la cual significa “primario” o “primer lugar”.