Desmintiendo mitos acerca de los productos lácteos y subir de peso
Los sentimos si has oído esto antes, pero no hay manera sencilla para perder peso. Esa no es solo nuestra opinión, sino que también es avalada por la Clínica Mayo. Pero existe nueva y sustancial evidencia de que los lácteos, en vez de desacelerar la pérdida de peso, la aceleran. 16 ensayos clínicos aleatorios indicaron que incluir productos lácteos en dietas para perder peso acelera la pérdida de peso, reduce la grasa corporal, la masa magra y la circunferencia de la cintura. ¿Por qué lácteos? Los investigadores concluyeron que “tanto un consumo más alto de calcio mediante lácteos y un aumento en el consumo de vitamina D están relacionados a una mayor pérdida de peso mediante dieta.”
También recuerda que si haces ejercicio y bebes leche, cualquier aumento de peso podría ser masa muscular, y eso es ciertamente algo bueno. De acuerdo con un estudio reciente, el aumento de masa muscular por parte de aquellos que beben leche real, fue más rápido que el de aquellos que consumen una bebida a base de soja con proteína y energía equivalente, al igual que una bebida deportiva rica en carbohidratos los aumentos en masa muscular y fibra fueron especialmente notorios en las piernas, una razón para saltar (incluso más alto) de felicidad. No sólo eso, las personas que beben leche real también mostraron una mayor reducción de su grasa corporal comparada con la de aquellas que beben leche de soja y bebidas deportivas.
Cuando se trata de niños, lo que pueden beber puede ser un recurso valioso o un verdadero impedimento para su crecimiento y desarrollo saludable. Con tantas opciones de bebidas disponibles, incluyendo la leche, gaseosas, jugos de fruta y bebidas deportivas y energéticas, es mejor no dejar que tu hijo elija. La leche real contiene nueve nutrientes esenciales, los cuales contribuyen a tener un cuerpo sano. Y en la dieta de los niños, la leche es la fuente de alimento N°. 1 de la mayoría de estos nutrientes, que incluyen el calcio y la vitamina D. Para desarrollar huesos fuertes, la Academia Americana de Pediatría recomienda dos a tres porciones de productos lácteos (leche, queso y yogurt) para niños de cuatro a ocho años de edad, y cuatro porciones para adolescentes, a fin de ayudar a cumplir con sus necesidades de calcio y vitamina D.