Precalienta el horno a 350 °F y engrasa muy ligeramente una bandeja para hornear o cúbrela con papel para hornear.

En un tazón grande mezcla la mantequilla, el aceite vegetal, 1-1/4 tazas de azúcar granulada, azúcar en polvo, la leche y los huevos. En un segundo tazón grande mezcla la harina, el bicarbonato de sodio, el crémor tártaro y la sal.

Agrega los ingredientes secos a los ingredientes húmedos y mezcla hasta que la masa se una. Divide la masa en dos secciones y envuélvelas en plástico. Déjalas enfriar durante 30 minutos.

Desenvuelve la mitad de la masa y extiéndela sobre una superficie enharinada hasta que tenga un grosor de entre 1/4 y 1/2 pulgada. Con un cortador de galletas que corte en forma de un fantasma, corta la masa y coloca los fantasmas en la bandeja preparada para hornear, a una distancia de 2 a 3 pulgadas.

Enrolla algunos trozos pequeños de papel de aluminio para que tengan aproximadamente el mismo tamaño que un trozo de caramelo de maíz y coloca uno en el centro de cada fantasma. Luego, dobla suavemente los brazos de cada fantasma alrededor del papel de aluminio como si lo estuviera abrazando.

Hornea de 8 a 11 minutos hasta que las galletas se vean secas pero sin dorarlas. Deja enfriar en una bandeja para hornear de 4 a 5 minutos, luego pásalas a una rejilla para que se enfríen por completo. Repite el proceso con el resto de la masa para galletas.

 Retira el papel de aluminio y reemplázalo con un caramelo de maíz.

Acompáñalas con un vaso de 8 onzas de leche de vaca, sola o con chocolate, ¡y disfrútalas!