Elena La Mona Ruidosa

Para disfrutar de este cuento necesitas un vaso de leche.

Elena era una mona que no sabía beber sin hacer mucho ruido. ¿Tú puedes hacer ruido cuando bebes leche? Sí, así bebía Elena y cuando lo hacía, su mamá le decía: «Ay, Elena, ese ruido me desvela». 

Pero Elena no podía evitarlo y cada vez que bebía hacía…¿Cómo es el ruido que hacía? Y su madre le decía: «Ay Elena, ese ruido me desvela». A Elena se le ocurrió una gran idea. A partir de ese momento, sólo bebería de noche y así nadie la escucharía.

Esa misma noche, muy sedienta, Elena caminó en puntillas hasta el lago, inclinó lentamente su cabeza y comenzó a beber. La sorpresa fue muy grande, porque en la silenciosa noche, el ruido que hacía Elena era aún más ruidoso que de día. ¿Muéstranos cómo sonaba Elena bebiendo de noche? Sí, exactamente así de fuerte, tan fuerte que despertó a todos los animales y también a su mamá, que le dijo: «Ay Elena, ese ruido me devela».

La mamá de Elena decidió ponerle fin a semejante alboroto y se puso a buscar a alguien que le enseñara a su hija cómo beber sin hacer ruido. ¿Sabes a quién eligió? A ti. Enséñale a Elena como hay que beber sin hacer ruido…Muy bien, puedes hacerlo una vez más….¿otra?

Ahora es el turno de Elena…ya no hace ruido. Elena está contenta porque gracias a ti ha aprendido a beber sin hacer ruido. Pero más contenta que Elena está su mamá que grita: «Ay Elena, Elena, cuanto me alegra».

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