Un Día Con Pedro

Para disfrutar de este cuento necesitas un vaso de leche.

Pedro era un carro de bomberos, pero no era un carro de bomberos como otro cualquiera. Era rojo, tenía manqueras y apagaba incendios como todos los demás. Pero lo que hacía que Pedro fuera el carro de bomberos más original, era que no funcionaba a gasolina, no, Pedro para moverse y hacer su trabajo, necesitaba leche. ¿Quieres acompañar a Pedro en su día tomando un poco de leche?

Lleno de energía visita algunas tiendas para asegurarse que todas las alarmas y los detectores estén funcionando. Al terminar, Pedro vuelve a la estación de bomberos para cargar energía y se toma otro vaso de leche para seguir con su trabajo. Acompáñalo tomando algunos sorbos más. 

Luego Pedro comprueba que las mangueras, chamarras y cascos estén en perfecto estado. Los bomberos tienen que estar preparados en todo momento. Suena la alarma y Pedro sale a toda prisa.

Pedro rescata a un loro de un feroz incendio que muy agradecido le dice: «Gracias, muchas gracias, gracias, muchas gracias, gracias, muchas gracias, gracias». Brinda con tu vaso de leche por el valiente Pedro.

Ya es de noche y Pedro quiere descansar. Termina tu vaso de leche junto a él para finalizar el día. Pedro te da las gracias por haberlo acompañado en su día de trabajo y te da las buenas noches.

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